domingo, 4 de abril de 2010

Un poema de Tormental


Esta noche
contra la roca de la tiniebla me reviento.

Después de leer en el aire los signos del aire
entiendo que mi sabiduría se reduce a poseer el nombre de las cosas,
el derrumbe de sus significados.

De entre los escombros
aparece mi imagen.
Tengo sed de otras aguas
y así como la noche
también desaparezco.

No busco la salida,
yo me pierdo en otro laberinto,
y mi fiera que soy sigue su rugir,
su grito cardíaco,
y aún si me detengo,
avanzo.


JC

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