viernes, 31 de diciembre de 2010

¿Para qué sirve el año nuevo?

Se acabó el 2010. ¿Qué sigue? Sólo hasta el 31 de diciembre de 2011 sabremos la respuesta; pero esa respuesta está en nosotros: no todo está escrito, nosotros ponemos las comas y los puntos, suprimimos los párrafos de nuestras vidas o agregamos estrofas a nuestras amistades. El año nuevo sirve para hacerlo así, nuevo otra vez, un tiempo que podemos renovar no sólo en el calendario sino en nuestro espíritu. No tengas miedo de los aguafiestas que te dicen que "es lo mismo", es obvio que no es lo mismo, este año que inicia puedes retomar viejos proyectos, terminar ese cuento que abandonaste, leer aquel libro que te espera desde el polvoso librero, decirle "sus verdades" al amargado vecino que siempre te critica o, simplemente, ignorarlo con todo y su pesada perorata y hacer lo que realmente quieres hacer.

Ven, abre la puerta de este año 2011, con tus manos, entra en él como a una tina con agua tibia, como a la playa, como al bosque hermoso que te recibe con sus árboles abiertos.

2 comentarios:

Ludwig AEO dijo...

Pues al menos soy un poco aguafiestas ¡ah! pero eso sí, nada gruñón jejeje... y si al menos no es un digo que es lo mismo, sino que es un día como todos, uno nuevo para hacer lo que uno tenga que hacer en el momento que tenga que llegar (am! sí, soy aguafiestas jejeje). Leer y leer (y tratar de leer más) aquello que necesitamos leer.

Un fuerte abrazo Poeta, amigo. Un excelente año y nuevos proyectos y exitos; más poesía, buena poesía, de su parte.



Ludwig

Unknown dijo...

Querido Ludwig: gracias por tus buenos deseos!
Lo de aguafiestas, pues, para todos hay lugar en el 2011! abarazo y seguimos compartiendo este camino!